Reclamación presentada en la Casa del Parque, en Montejo. 2 de agosto de 2004 Todo el INMENSO trabajo realizado por los guardas de ambos Refugios, así como el comedero de buitres y su mantenimiento, y también los censos y el seguimiento faunístico riguroso y extraordinario mantenido por cientos de personas durante treinta años (reflejado en más de dos mil publicaciones, incluyendo algunas de las revistas científicas o divulgativas más importantes del mundo, sobre estos temas) no aparece para nada, como si no hubiera existido. Los treinta años del Refugio parecen reducirse al día de la inauguración. No se ve en ninguna parte el más mínimo reconocimiento a un esfuerzo prolongado y titánico, sin el cual no existiría ahora mismo esta Casa del Parque, ni se habrían mantenido estas tierras y su fauna en las condiciones en que hoy las conocemos. Lo que es aún peor, en el vídeo se atribuyen méritos de conservación a personas a quienes no les corresponden. No es correcto, y no es justo. ¿Sería tan difícil nombrar expresamente a Hoticiano y los demás guardas que hay o ha habido en ambos Refugios, así comoreconocer el noble esfuerzo desarrollado por tantísimas personas, que han dedicado buena parte de sus vidas para estudiar y para conservar las hoces y su entorno, a menudo a costa de auténticos sacrificos, aunque estas personas no sean de la Junta de Castilla y León? A petición de la Junta, escribí gratuitamente, hacia comienzos de 2003, una reseña de toda la historia del Refugio, con gran cantidad de datos, que ni siquiera se nombran. Por otra parte, resulta vergonzoso que en un sitio del renombre internacional de Montejo aparezcan tantos errores sobre la fauna. Que yo sepa, en ninguna otra gran colonia natural de buitres (y casi con seguridad en todo el mundo), se dispone de tantísimos datos publicados sobre su evolución (y también, del resto de la fauna vertebrada), y menos aún de datos obtenidos con un rigor extremo. Sin embargo, en la Casa del Parque no se menciona absolutamente nada de toda esa información, y menos aún de sus autores. ¿Sería tan difícil corregir las equivocaciones que se muestran, y decir algo de los trabajos realizados y de las personas que los han hecho posibles? Debería incluirse también alguna biblioteca, en la que no sólo tuvieran cabida las publicaciones de la Junta. Por ejemplo, en esa biblioteca deberían figurar, entre otros trabajos, al menos los últimos números de las Hoja Informativas sobre el Refugio, que representan cientos de páginas con las últimas novedades sobre todas las especies de la fauna vertebrada, obtenidas de modo absolutamente desinteresado, y cuya realización y edición he costeado de mi bolsillo. Hace poco llevé las conclusiones del último curso sobre buitres organizado por la UNED, con representación de varios de los mejores expertos de siete países, y del que he sido director, por si querían regalarlas a los visitantes de la Casa del Parque; y me dijeron que tenían órdenes de no repartir nada que no llevase el membrete de la Junta de Castilla y León. En mi modesta opinión, esta postura no sólo no es científica, ni conservacionista, ni divulgativa, sino que tampoco reporta nada bueno, y me atrevería a decir que para nadie. Creo que ignorar (y peor aún despreciar) a las personas que más han trabajado, que más saben de estos temas, y que más pueden ayudar, además de ser injusto, es un grave error. Desde estas líneas les invito a asistir al acto público de reconocimiento y desagravio, hacia Hoticiano y los demás guardas y otras personas vinculadas a ambos Refugios, que estamos preparando para el próximo domingo 14 de noviembre, a las 13 h. (después del censo de otoño), junto a Montejo. Los abajo firmantes estamos de acuerdo por completo con la reclamación adjunta (y suscribimos las medidas propuestas en la misma), cuya copia también hemos firmado al reverso, que fue presentada ante la Casa del Parque de las Hoces del Riaza, en Montejo de la Vega (Segovia), el 2 de agosto de 2004, por Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo.

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