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LA MOCHILA DEL NATURALISTA
ARTÍCULOS E INFORMES

 

ALGUNOS DESCUBRIMIENTOS ZOOLÓGICOS RECIENTES

Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo.

PARTE I - sección c

Cuadro de texto:    El rinoceronte indio (o nepalí) (o rinoceronte unicornio mayor) (Rhinoceros unicornis) (en la imagen) es el pariente vivo más próximo del rinoceronte de Java (o rinoceronte unicornio menor) (Rhinoceros sondaicus), mucho más escaso aún. La foto fue tomada en libertad, en el Nepal, desde lo alto de un elefante asiático. (Fotografía: Dra. María José Muñoz Bouzo. Parque Nacional de Chitwan. Agosto de1995).  Sin embargo, el sao-la no era el único gran mamífero que había “escapado” al conocimiento del mundo occidental. En marzo de 1994, en la misma región del Vietnam, se descubrió, gracias a los trofeos conseguidos por cazadores locales, una nueva especie de ciervo, el muntjac gigante (o muntiac gigante ) ( Megamuntiacus [Muntiacus] vuquagensis ). Fue identificado con material genético conseguido en astas y pelos, y también por las “ claras diferencias morfológicas con respecto al resto de los muntjac conocidos ” (WWF, 1994a). Como señaló Luis Miguel Domínguez ( 1997), “ hasta ahora no se ha capturado ningún ejemplar vivo, pero ya sabemos que fotografiar este gran animal es el reto de la comunidad científica internacional.

A raíz de estos descubrimientos, se prohibió la caza de ambas especies; y la Reserva Natural de Vu Quang fue ampliada, de 16.000 hectáreas a cerca de 60.000 hectáreas (WWF, 1994 a, b). Estas medidas eran muy necesarias, pues, como publicó el Fondo Mundial para la Naturaleza en 1994, “ la comunidad científica internacional teme que las dos nuevas especies puedan extinguirse antes de que se hayan podido estudiar, a causa de la intensa presión cinegética que soportan. (...) Tan sólo en la segunda mitad de 1993, se sabe que han sido cazados tres sao la y entre quince y veinte muntjacs gigantes. ” (WWF, 1994b).

No acaban ahí las sorpresas. Una expedición reciente parece haber descubierto, en la misma región, un tercer gran mamífero, el muntjac de Truong Son , que no ha sido visto aún (por nadie que no sea un nativo, y según los datos que conocemos hasta el momento). Los cazadores locales (que lo comen, y lo llaman sam soi cacoon , “ el ciervo que vive en el espeso bosque profundo ”) proporcionaron 18 cráneos de este animal (correspondientes a 16 adultos -8 machos y 8 hembras- y 2 jóvenes) ( González Vallecillo y Bartolomé Zofío , 1997). Es posible incluso que exista en la zona otro cérvido nuevo, no confirmado aún, el quang khem o “ciervo que corre despacio”; del que ya se ha conseguido encontrar al menos un cráneo, cuyo ADN no parece coincidir con el de ninguna especie conocida ( Morant , 1999) . En 1996, Patricio Robles Gil escribió: “ Es increíble que especies como estos tres mamíferos mayores se sigan descubriendo en la década de los noventa. Desafortunadamente, algunos de estos animales son los últimos de su especie, como es el caso del quang khem que se teme se extinga antes de que la ciencia lo descubra.

También en la reserva vietnamita de Vu Quang, el Dr. Nguyen Thai Tu descubrió para la ciencia, en septiembre de 1996, un pez de agua dulce bastante especial, el “ co ” ( Crossocheilus sp. ), que puede pesar hasta 1´5 Kg; y que era consumido, al parecer desde hacía siglos, por los pescadores locales ( Domínguez, 1997). En Vietnam han sido registradas recientemente otras especies nuevas, desde algún ave (como el Garrulax konkakinhensis , cuyo hallazgo, en 1999, ha estimulado la ampliación de la Reserva Natural Kon Ka Kinh) hasta una tortuga, pasando por un mono y una especie de civeta. Por otra parte, también se han redescubierto, hacia la última década del siglo XX, especies que se creían extinguidas (o de las que no se conocían noticias fiables en libertad) desde la década de los veinte, como por ejemplo el faisán imperial ( Lophura imperialis ) (ver Del Hoyo et al., 1994), o el faisán de Edwards ( Lophura edwarsi ) (ver Del Hoyo et al., 1994).

Sin embargo, sin duda uno de los hallazgos más extraordinarios que se han producido recientemente en Vietnam (y en toda Asia) se refiere al rinoceronte de Java ( Rhinoceros sondaicus ). Se trata de un enorme animal, actualmente uno de los mamíferos vivos más escasos del mundo, que en otras épocas habitó en gran parte del sudeste de Asia ( Bergerandi y Senosiain , 1997; IRF, 2001). Durante mucho tiempo se creyó que este magnífico rinoceronte, de un solo cuerno, sobrevivía únicamente en el Parque Nacional de Udjung Kulon, en la isla de Java. Los relatos de los nativos continuaban señalando observaciones esporádicas del gran rinoceronte en las selvas del sur de Vietnam, e incluso se decía que algunos ejemplares fueron matados entre 1945 y 1972, durante la guerra (y quizá también después); pero esto no parecía posible. Sorpren-dentemente, en 1988 fue detenido un cazador furtivo que intentaba vender la piel (y el cuerno) de una hembra que había matado allí; lo cual hizo que las historias locales sobre la especie se tomaran mucho más en serio. Las expediciones que se organizaron, en los años siguientes, recabaron informaciones de los nativos; y pudieron detectar, en la selva, rastros suficientes para confirmar que el rinoceronte de Java vivía aún en Vietnam, aunque no consiguieron verlo. A raíz de estos hallazgos, se estableció la Reserva de Rinocerontes de Cat Loc (unas 35.000 Has.), que se integró (en 1998) en el Parque Nacional Cat Tien (75.000 Has. en total) (IRF, 2001); y se ha dotado de más medios a la guardería. Por otra parte, especialistas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) (en colaboración con las autoridades vietnamitas, la International Rhino Foundation, y el Grupo de Especialistas en Rinocerontes Asiáticos de la IUCN) instalaron diez cámaras fotográficas automáticas, de “visión” nocturna (con luz infrarroja), en los sitios señalados por los lugareños; y por fin, en 1999, fue fotografiado un ejemplar vivo. Basándose en huellas y otros indicios (y últimamente, también en el análisis del ADN de los excrementos), se cree que no deben quedar más allá de 5-8 individuos, pertenecientes al parecer a una subespecie distinta ( R. s. annamiticus ) de la que habita en Java (y de menor tamaño). Aunque ningún occidental lo ha visto aún con vida (que sepamos), las fotos obtenidas han sido ya publicadas en “Internet” y en revistas de gran difusión (ver por ejemplo Bartolomé , 1999; Biológica , 1999; WWF, 1999; IRF, 2001). Por cierto, según los datos que conocemos, aún no se ha podido averiguar si el rinoceronte fotografiado es macho o hembra.

Hay muchos ejemplos más, algunos de ellos bien llamativos, de hallazgos zoológicos que hace poco parecían impensables.